martes, 30 de septiembre de 2014

Estoy cansada de escuchar vuestras continuas quejas. Estoy harta de pensar en que si no hago esto o lo otro tendré problemas con vosotros. Esto no funciona así. Es mi vida, mi mente, mi cuerpo.
Os habéis pasado toda mi vida intentando que fuera alguien que no soy. Buscabais una perfección en mí que jamás ha existido. ¿Creéis que todas vuestras palabras no me dolieron, que no se fueron grabando una tras otra en mi mente? Os diré una cosa, el daño más grande me lo hicisteis vosotros.
No puedo pretender ser quien no soy, y sin embargo, cada vez que hago algo pienso que diréis vosotros.Me he sentido toda la vida al borde de un precipicio, sabiendo que si caía no iba a tener tu mano. La tuya, como siempre.
Sé que no está bien responder como lo hago. Nunca he querido ser la típica hija que grita e insulta. Pero me has hecho llorar tantas veces que ya solo puedo responder así. Me llamas mentirosa cuando digo la verdad, me insultas cuando sabes que yo me odio más de lo que tú puedes imaginar.
Te quiero y sé que tú me quieres a mí. Pero una de las razones por las que deseo irme es porque no puedo seguir escuchándote decir una queja más.
¿Te fallé? Lo sé. Sé que jamás voy a ser quien tu esperabas. Sé que deseabas una hija preciosa, femenina y con confianza, una hija lista, moderna, la envidia de todas las demás.
Pero nací así, y no lo puedo cambiar. Y me gustaría sentirme aceptada. Porque yo no dejo de luchar por salir de esta oscuridad cuando tu solo me susurras lo horrible que estoy.
Si no vas a estar a mi lado, prefiero que te vayas de mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario