sábado, 27 de septiembre de 2014

No tengo experiencia en el amor, porque la poca que he tenido, me ha dejado destrozada. Me miraba como si yo fuera lo único que existía en su mundo. Así descubrí que hasta las miradas se podían fingir.
Me decía que me amaba. Así descubrí que hasta un sentimiento tan profundo y magnífico como es el amor, se podía fingir.
No debería escribir sobre algo que debí haber dejado encerrado en mi pasado hace mucho tiempo. Pero siempre encuentras la razón para reaparecer.
No tengo ningún sentimiento ya por ti, pero instauraste un miedo en mi interior que no se va por mucho que el tiempo pase.
Miro a la gente y me pregunto cuál será la siguiente que me haga tanto daño como me hiciste tú. Me he vuelto desconfiada, celosa, lo miro todo a través de una barrera, evitando que cualquiera se acerque hasta mí.
No dejo que vean más allá de lo que yo permito ver. No dejo que vean el miedo que tengo de enamorarme de alguien, de confiar, de darlo todo, para al final no recibir nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario